
La heroina termino de matarla en un ultimo suspiro de rencor, el ultimo suspiro que se preguntaba en que momento se habia jodido tanto la vida.
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Tomo su cartera y salio con una chaqueta de cuero vieja, no era de ella pero eso tampoco le importaba mucho porque a donde iba seguramente perderia la chaqueta.
No llevaba celuar, lo habia perdido semanas atras en una confusion con cinco desconocidos cerca del callejon que solia frecuentar en las noches de miercoles.
Tenia 16 años y llevaba la experiencia de los 30 pero de forma distorcionada y ciclica, a los 12 perdio la virginidad con el primer hombre que le juro amor eterno bajo la luz de las estrellas en un auto robado, cerca de un cerro lejos de la capital, a los 13 ya andaba de cama en cama y no le importaba si habian condones o de quien era el rostro del nuevo elegido, la vida es corta y ella queria acortarla aun mas.
Nunca tuvo problemas con su familia, venia de un hogar tan calido que la luz del amor irradiaba en cada lugar de la casa, sus padres la amaban mas que a sus propias vidas y siempre le dieron lo que ella no queria y lo que queria tambien, le dieron la vida y le fortalecieron el alma pero a la niña no le interesaba nada de eso ella queria destruir su vida y con eso crear un caos interno.
Era un odio, un odio mas grande que cualquier amor el que la pequeña sentia por su cuerpo, era repugnancia y desesperacion lo que le apretaba el pecho cada vez que veia su reflejo en el espejo, eran ganas de morir y llorar a la vez cuando se miraba la cara y no reconocia en el vidrio a la persona que se suponia deberia estar ahi dentro.
Pasan los dias y la niña es un angelito con las alas rotas y el camino perdido, la niña era luz y se empeña en envenenar cada espacio de su cuerpo en manos de quien no la merece, ella se empeña en romper cada rasgo de ternura y amabilidad se envenena su cuerpo en drogas y alcoholismo cualquier cosa que la saque de su mundo y la convierta en un monstruo.
Era tan bonita y la pintura en sus ojos no dejaba ver la claridad de su mirada, era tan linda y tan angelical, pero con sus ropas y escotes tan pronunciados nadie la miraba con seriedad, sus muñecas tienen marcas de arranques de tempestad y sus pulmones piden a gritos un respiro de verdad, los moretones en sus piernas no se dejan camuflar y dejan a la vista que la niña se encierra y se golpea cada vez que las cosas salen mal y el sol parece que se esconde para no salir mas.
La pequeña ya no va al colegio y se encargo de aniquilar las relaciones con sus padres y las que eran sus amigas, la niña escucha musica estruendosa fuma sola y se emborracha, no le importan los demas mucho menos la vida y cosas lindas, no le gustan ya los parques ni las flores, rompio el ultimo ramo de rosas.
La pequeña se olvido de dejar de estar triste para empezar a estar contenta, vive en su pasado y revive malas experiencias en su retina cada vez que quiere llorar en la cama, no se apena por el sexo con ajenos y mucho menos recuerda a los pocos hombres que la quisieron por lo que llevaba dentro, la niña no recuerda cuando comenzo a odiar la vida y dejo de amar su dignidad, la niña no tiene memoria de su feliz infancia y se empeña en odiar al mundo y la felicidad. No habia nada que valiera la pena y ella lo inventaba, creaba cosas lindas porque su mayor satisfaccion era destruirlas, ella no queria amor ni dinero, ni felicidad o amigos buenos, ella queria ver el mundo caerse a pedazos y que el fuego consumiera el caos, ella no queria nada mas que ver el dolor consumir cada poro de su desolacion.
Eran ya las 3 de la mañana y la niña ya no sentia el frio en sus brazos y piernas, todo lo que habia tomado se le subia ahora a la cabeza y no la dejaba pensar con claridad, un tipo al lado la tocaba y le dcia cosas al oido pero ella no escuchaba ni sentia, no le importaba si el señor que estaba al lado la tocaba donde no debia porque ya nadie podia corrmper mas ese cuerpo que ella misma habia vendido.
Al lado suyo se veian un par de niñas, todas con tacos y vestidos encendidos, bailaban algo que la niña no entendia se movian de un lado para el otro y todo se convertia en una extraña armonia, la pequeña habia consumido tanta heroina que su corazon empezo a pedirle que lo pensara dos veces antes de seguir.
El sudor frio le recorria el menton y el maquillaje ya se le habia corrido, el tipo de al lado ya se habia ido y probablemente habia conseguido lo que queria, la pequeña se puso a llorar pensando en mamá y papá que estaban en la casa abrigaditos pensando que su hija estaba en la casa de una amiga, la niña se mordio la lengua y una angustia le empezo a recorrer el pecho para instalarse en su garganta, recordo su vida y todos los hombres que por ella habian pasado, toda la droga y el alcohol en los que se refugiaba todos los fines de semana y tantas amistades que habia borrado de su vida por miedo a la felicidad. Ya no habia vuelta atras, la luna en lo alto la miraba con cara de pena preguntandose por que un angelito tan bello desea el sufrimiento.
Eran las 4 de la mañana y la pequeña dejo de respirar. En el ultimo segundo de su corazon la niña le pidio a Dios otra oportunidad para volver a comenzar y le pidio perdon por tanto daño cometido y que porfavor cuidara a sus papas.
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